Las joyas más valiosas del mundo, como el diamante Pink Star o el collar de perlas naturales de María Antonieta de Austria, son bonitas pero también tienen mucha historia a sus espaldas. Algunas han pasado por las manos de reyes, nobles y celebridades de la época; otras han cruzado océanos y sobrevivido a guerras, robos y secretos familiares. Hoy muchas se guardan bajo estrictas medidas de seguridad en museos o colecciones privadas, aunque de vez en cuando alguna reaparece en una subasta millonaria y vuelve a sorprender al mundo con su precio.
¿Cuáles son las joyas mejor pagadas?
Hablar de las joyas mejor pagadas del mundo es hablar, casi siempre, de subastas de alto nivel. Vamos a repasar algunas de las más famosas y costosas:
El diamante Pink Star
Este diamante rosa de 59.6 quilates rompió todos los récords cuando fue subastado en Sotheby’s en Hong Kong en 2017 por más de 71 millones de dólares. Cortado de un diamante en bruto de 132 quilates extraído en África, el Pink Star impresiona por su tamaño, su color, su pureza y su talla.
La tiara de esmeraldas y diamantes de la princesa Katharina Henckel von Donnersmarck
Una de las tiaras más imponentes de la historia fue subastada por más de 12 millones de dólares. Esta pieza de principios del siglo XX está formada por once esmeraldas colombianas, cada una de más de 500 quilates, enmarcadas por brillantes diamantes blancos. Se dice que perteneció a una de las mujeres más ricas de Europa en su época.
El collar de perlas naturales de María Antonieta
En 2018, este collar alcanzó casi 36 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s en Ginebra, en parte por su rareza pero, sobre todo, por su procedencia. María Antonieta de Austria, reina consorte de Francia, es una figura histórica rodeada de leyendas y cualquier objeto que haya estado en su poder genera fascinación. Esta joya, escondida durante años por sus descendientes, tiene un valor que va mucho más allá del material.
El diamante Hope
Aunque no está en venta (y probablemente nunca lo estará), el diamante Hope merece mención especial. Este diamante azul de 45.52 quilates forma parte del Museo Smithsonian en Washington y está envuelto en leyendas de mala suerte, como bien indica el artículo de la revista National Geographic La maldición del diamante Hope, la joya más bella del mundo. Se estima que su valor supera los 250 millones de dólares, aunque nunca se ha confirmado un precio oficial. Por esto es considerado como una de las joyas más valiosas del mundo.
El anillo Blue Moon
Un diamante azul intenso de 12.03 quilates, el «Blue Moon», fue vendido en 2015 por más de 48 millones de dólares. Lo curioso es que fue adquirido por un millonario hongkonés para regalárselo a su hija de siete años. Más allá del gesto excéntrico, esta joya es uno de los diamantes de color más caros jamás vendidos.
Joyas con historia: más allá de su valor
Muchas de estas piezas no son solo costosas por su peso en quilates o el tipo de gema que contienen. Lo que hace realmente valiosa a una joya es la historia que la rodea. Las piezas que han sido parte de colecciones reales, que han sobrevivido guerras, que han estado ocultas durante siglos, o que pertenecieron a personajes famosos, se convierten en algo más que una acumulación de metales preciosos y piedras brillantes: se transforman en testimonios silenciosos de la historia.
Un ejemplo es el diamante Koh-i-Noor, que actualmente forma parte de las joyas de la corona británica. Tiene una historia de más de 800 años y ha pasado por manos de mogoles, emperadores persas y maharajás. Aunque su valor es incalculable, es también símbolo de controversia y disputas entre países.
El mercado actual de las joyas de lujo
En los últimos años, el mercado de joyas de alta gama ha crecido considerablemente. Las subastas de casas como Christie’s o Sotheby’s siguen presentando piezas que rompen récords cada año. Además, cada vez más inversionistas ven en las joyas un activo seguro que mantiene o aumenta su valor con el tiempo.
El auge de los compradores asiáticos, sobre todo de China y Hong Kong, ha impulsado la demanda de joyas únicas, especialmente diamantes de colores, zafiros de Ceilán y esmeraldas colombianas. También ha crecido el interés por piezas con certificación de origen ético y sostenible, lo que añade una nueva dimensión al valor tradicional de una joya.
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